La lactancia materna es la mejor alimentación que se le puede dar a un niño. La leche materna tiene muy pocas contraindicaciones, prácticamente son nulas. Se trata indudablemente de la mejor alimentación porque, a parte de aportarle al niño los nutrientes exactos que necesita para satisfacer todas sus necesidades, tiene una serie de componentes inmunitarios que aumentan las defensas del niño.
Hay muy pocas contraindicaciones a la lactancia materna. La principal contraindicación es que no exista la leche, lo que se conoce como hipogalactia. Para prevenirlo, la lactancia materna debe tener una supervisión pediátrica, de forma que se evite que la madre se quede sin leche y el bebé pase hambre. En ese caso siempre se puede introducir una alimentación mixta: lactancia materna + fórmula.
La creencia de que si el bebe comienza a tomar biberón no va a volver a tomar el pecho es falsa. A los niños les gusta más la lactancia materna que el biberón. Y si se le entrena porque le faltan nutrientes, aceptan los dos métodos de alimentación sin ningún problema.