Las alergias en general y las alergias infantiles en particular tienen en los ácaros del polvo a uno de sus más importantes problemas.
Los ácaros del polvo es el elemento que está influyendo más en la vida normal de cualquier persona, y por supuesto también en los bebés.
Los ácaros del polvo son pequeños arácnidos microscópicos que están en cualquier sitio, incluido cualquier parte de la casa. Tiene una gran importancia su presencia en la habitación de los bebés.
La limpieza por encima de todo
Lo primero que hay que evitar es que haya suciedad y polvo en la habitación de los bebés. Se debe extremar la limpieza de esa habitación en particular.
Conviene pasar la aspiradora todos los días si es necesario, cambiar la ropa de la cama y lavar las mantas con frecuencia. Es decir, evitar que los ácaros se acumulen en una cantidad importante en la habitación en la que el niño está respirando.
La teoría de la higiene
No obstante, hay una novedad, la llamada “Teoría de la higiene”; en la misma se afirma que el niño se va acostumbrando desde recién nacido a la presencia de elementos con polvo o ambientes con mucho polvo creando una sensibilización alérgica, ya que no reacciona ante ese polvo.
Esto lo tenemos claro en países del tercer mundo con un grado de higiene mínimo y en los que, sin embargo, se dan menos reacciones de tipo alérgico que en países de un mayor desarrollo o del primer mundo como el nuestro; donde la higiene y la limpieza es mucho más importante.
De todas maneras es preferible la higiene, la limpieza en la habitación donde esté habitualmente el niño, evitando en la medida de lo posible los ácaros.
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